Naturaleza

SIERRA DE LAS VILLAS 

Villanueva del Arzobispo es una de las villas que conforman el conjunto de las cuatro junto con sus vecinas Villacarrillo, Iznatoraf y Sorihuela del Guadalimar. 

Villanueva del Arzobispo en el año 1749 formó parte de la llamada Provincia Marítima y tuvo relación con los navíos y los batallones de guerra. Concretamente aquí estuvo asentada la Subdelegación de la Marina. 

El transporte de la madera se realizaba a través de carros acarreados por animales. Esta madera eran troncos, hasta que poco después pasaron a ser traviesas de madera. El transporte se realizaba por la Cañada de la Madera – de ahí su nombre – hacia la Puerta de Segura, para ser transportados por el río Guadalimar hasta la zona de Mengíbar. 

En nuestra zona también podíamos encontrar otras actividades como pegueras, miereras y caleras. 

EL CHARCO DE LA PRINGUE O CHARCO DEL ACEITE

Foto Jesús Paco López 

Esta área recreativa tiene un remanso de agua encajado en el mismo cauce del río Guadalquivir. Caracterizado por un muro con su contrapuerta para tener la posibilidad de vaciarlo por completo. 

Su salida de agua es muy característica: Un rebosadero con rombos de piedra encima del muro, el cual, además de renovar el agua a esta piscina natural constantemente, sirve como puente improvisado para ir de un lado al otro del área recreativa. 

Es un lugar perfecto para darse un buen baño en verano y un lugar para disfrutar de un paraje completamente natural. Dispone de mesas de piedra, asientos de madera y un kiosko bar. 

Foto Ramón Reyes

El paraje es muy frondoso en flora y se encuentra enmarcado por pinares que descienden de las escarpadas laderas rocosas que lo circundan. En sus frescas aguas habita la reina de los ríos del Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas, la audaz trucha común. 

Unos grandes bloques pétreos, que se encuentran en medio del cauce, llaman nuestra atención y en la cima de uno de ellos figura un mirador. Este nos regala una espectacular vista del singular paraje. 

Según la tradición, cuentan que el nombre de este paraje se debe a que un burro, cargado con pellejos de aceite, se precipitó por el angosto camino, cayendo en este charco e impregnando toda la superficie con el oro líquido. 

Se encuentra situado a 20 km de Villanueva del Arzobispo. 

CUEVA DEL PEINERO 

Foto Andrés Quesada

Esta zona se encuentra en medio de una impactante formación geológica y es uno de los parajes más abruptos y escarpados del parque. Su salida natural es la impresionante garganta por la que discurre el río Aguascebas Grande, cuyas aguas cristalinas descienden en sucesivas cascadas. Por el contrario, en el área recreativa, el río discurre de manera sosegada y silenciosa, entre la tupida vegetación de sauces, chopos, arraclanes y bojes. 

Los enormes farallones rocosos que cierran el paraje se levantan más de 600 metros, formando poyos escalonados cubiertos de vegetación totalmente virgen por su difícil acceso. Todo ello impregna el lugar de una grandeza absoluta. 

La luz tenue y mágica del atardecer proyecta en las rocas una paleta de colores acentuando aún más las atractivas formas del relieve. Es un paraje catalogado como Lugar de Interés Paisajístico. 

La tradición cuenta que el nombre viene de que el abrigo rocoso estuvo habitado en verano por un artesano que se dedicaba a fabricar utensilios de madera de boj, material muy abundante en la zona, y entre estos objetos estaban los peines para el cabello. 

Te sugerimos dos paseos: 

  • La subida al altivo refugio de montaña La Cueva del Peinero, a través de una corta pista forestal que parte del área recreativa. La panorámica casi circular que tendrás detrás desde este lugar te hará sentir parte de un escenario salvaje y grandioso. Serás sobrevolado por buitres leonados y otras aves rapaces. 
  • En sentido ascendente por el cauce. Más arriba de la carretera que lo cruza, se llega a un pequeño dique, en su parte posterior se halla una poza de agua limpia y transparente que invita a un emocionante baño si la temperatura lo permite.