Aunque Internet y las redes sociales son una oportunidad para que los niños se relacionen con el mundo, representan también una amenaza real frente a su intimidad y una forma clara de violencia.
¿Que es el Ciberbullying o Ciberacoso?
Las nuevas tecnologías se han convertido en una forma común de acoso a niños y menores de edad en sus múltiples formas. Cada día, miles de niños sufren a través de internet lo que se conoce como ciberacoso o ciberbullying.
Desde el envío de mensajes desagradables y llamadas acosadoras hasta el envío masivo de fotografías o conversaciones de contenido sexual sin su consentimiento o incluso el engaño pederasta. El también conocido como grooming es el engaño de personas adultas que se hacen pasar por niños para acosar y abusar sexualmente de menores vía online.
Lo que comienza como ciberacoso o ciberbullying se traslada, con frecuencia, a un acoso en la vida real.
Estos son algunos de los consejos que os damos para prevenir futuros problemas.
Desactiva la sincronización automática
Borrar fotos y vídeos de tu dispositivo no te servirá de nada si tienes activada la sincronización automática con los servicios en la nube de iCloud o Google, algo que suele venir así por defecto.
Sin embargo, puedes cargar manualmente el material que quieras almacenar allí para controlar mejor lo que se guarda y asegurarte de que solo se almacenan las cosas que quieres.
Es algo que puedes configurar fácilmente desde las opciones de ajustes del teléfono en Google+, en el caso de Android, y en iCloud para iPhone.
Oculta tus fotos
En el caso de que quieras guardar las fotos en tu móvil o tablet, existen opciones para esconder los archivos de forma más segura con los llamados “ocultadores de fotos”.
Estos programas permiten establecer un código PIN o táctil para acceder a algunas fotos: Picture Safe, Private Photo Vault, Hide Something y KeepSafe son algunos de los más populares.
Controla qué apps tienen acceso a tus fotos
Facebook, WhatsApp, Instagram y cualquier otra aplicación que tengamos instalada en el móvil también puede tener acceso a nuestras fotos a través de los permisos que aceptamos cuando la instalamos.
Para saber qué aplicaciones lo tienen, los usuarios de iPhone pueden buscarlo entre las opciones de privacidad del teléfono y, en “Fotos”, eliminar el acceso de las app que no quieran que dispongan de él.
A los usuarios de dispositivos Android no les quedará más remedio que comprobarlo de una en una a través de la configuración de privacidad de cada aplicación.
Intenta no utilizar WiFi pública para utilizar datos sensibles.
Los riesgos que asumimos al conectarnos a redes WiFi públicas y gratuitas no siempre compensan los datos que nos ahorramos: exponemos nuestros datos, nuestro tráfico y nuestra identidad a terceros de forma casi total.
Así que, del mismo modo que cuando usamos estas redes no es buena idea hacer operaciones bancarias o consultar datos sensibles, tampoco lo es transferir material comprometido. Es preferible esperar a tener acceso a una conexión de confianza.
Cuida tus contraseñas
Cuidar de tus contraseñas es fundamental para proteger todo el material que almacenamos en nuestros teléfonos móviles. Aunque parece evidente, no debemos revelar nunca nuestras contraseñas a nadie. Tampoco es conveniente guardarlas automáticamente en navegadores y equipos compartidos.
Es conveniente usar una sola contraseña por sitio y que estas sean complejas o largas. Tampoco está de más cambiarlas cada cierto tiempo.