SIVOA

Ley 9/2016, de 27 de diciembre, de Servicios Sociales de Andalucía. Comunidad Autónoma de Andalucía.
BOJA núm. 248, de 29 de diciembre de 2016. BOE núm. 18, de 21 de enero de 2017Referencia: BOE-A-2017-657

EL SIVOA es un
SERVICIO, que se presta en los Centros de Servicios Sociales Comunitarios de la localidad de residencia de:
INFORMACIÓN y orientación, a la persona y, en su caso, unidad de convivencia sobre los RECURSOS DEL SISTEMA PÚBLICO DE SERVICIOS SOCIALES y otros sistemas de protección social, en función de las necesidades y demandas manifestadas.
VALORACIÓN y diagnóstico a la persona y, en su caso, unidad de convivencia, así como la prescripción facultativa de recursos y prestaciones sociales más adecuados para la atención de las necesidades sociales diagnosticadas.
ORIENTACIÓN, proporcionando un apoyo técnico, personal, acompañamiento y seguimiento en todo el proceso de intervención y evaluarlo.
ASESORAMIENTO, articulando respuestas integrales a las situaciones de necesidad de la persona y garantizar la continuidad de la atención y/o canalizando a la persona y/o unidad de convivencia hacia otros profesionales del equipo interdisciplinar del centro de servicios sociales comunitarios cuando se requiera de una intervención más específica, así como, en su caso, orientar o derivar hacia otros sistemas de protección social.


Los prestan los TRABAJADORES SOCIALES de los Centros de Servicios Sociales Comunitarios, de manera que cada persona y, en su caso, unidad de convivencia que acceda al Sistema Público de Servicios Sociales de Andalucía se le asignará un PROFESIONAL DE REFERENCIA, dependiendo de la zona de la localidad en la que resida.

Puedes encontrarnos en la calle Miguel Hernandez Sin numero (junto al centro de salud) o contactarnos en el teléfono 953451261.

La emoción de la vergüenza

La persona que siente vergüenza experimenta un gran malestar al negarse a sí misma e intentar adaptarse a las expectativas de los demás.

«¿Qué van a pensar de mí si explico realmente como me siento?», «Espero que no me pregunten, lo pasaría fatal si tuviese que responder delante de todos» o «Soy incapaz de hablar ante un gran público, me pongo demasiado nerviosa» son expresiones muy comunes de quienes tienen a la vergüenza como compañera de vida.

Evitar destacar, huir de cualquier momento en el que se pueda llamar la atención o rechazar invitaciones a opinar o realizar determinadas actividades son mecanismos desarrollados por esta emoción. La vergüenza desea que nos volvamos invisibles y para ello, es capaz de poner en marcha mil y una estrategias. Ahora bien, ¿qué más se esconde detrás de esta emoción? ¿cuál es su trasfondo? Profundicemos.

«Una de las emociones más poderosas en el mundo es la vergüenza y representa el miedo de que no somos lo suficientemente buenos».

-Brené Brown-

El obstáculo de la vergüenza

La vergüenza es la enemiga de la visibilidad, de la presencia. Es una emoción difícil que aparece para ocultar quiénes somos porque el miedo y la inseguridad le han informado de que lo pasaremos mal.

Según la doctora en psicología Mª José Pubill, la persona que experimenta vergüenza vive atemorizada por el miedo a que los demás descubran sus debilidades, que no son otras que ser ella misma.

La semilla que origina la vergüenza suele encontrarse en experiencias vividas en la infancia o adolescencia.

Mujer tapándose la cara

El origen de esta emoción suele encontrarse en una experiencia en la que la persona sintió o le hicieron sentir que no fue correcta, que no se comportó como debía y que en definitiva, su comportamiento no fue normal. De esta manera, quedó tan marcada por la inutilidad y la invalidez que evita a toda costa ser imperfecta o que al menos los demás la consideren así. Es tanto su miedo que, a veces, el bloqueo surge como defensa para protegerla, a la vez que se sumerge en un profundo estado de frustración por no llegar a ser la persona en la que desea convertirse.

Ahora bien, tener vergüenza implica por un lado, experimentar emociones como la culpa y el miedo y por otro, mecanismos como la perfección y el control para superar el sentimiento de inadecuación. El problema es que más allá de ayudar suponen todo lo contrario: una obstaculización a la hora de crecer y evolucionar.

No obstante, si vamos un poco más allá nos daremos cuenta de que la vergüenza implica una falta de respeto y tolerancia a uno mismo y en definitiva una baja autoestima.

Vergüenza y autoestima: ¿cómo se relacionan?

La vergüenza es ese miedo a ser, a mostrar lo que uno es, a optar por ser invisible para evitar ser objetivo de críticas y calificado como no válido. Por lo tanto, experimentar esta emoción implica una falta de respeto y tolerancia a uno mismo y por ende, una baja autoestima fruto de estar en un segundo plano.

La vergüenza envuelve a la persona en un filtro negativo y de autodesprecio, a partir del cual se percibe como frágil y débil, a la vez que se enfada por ello.

Así, tener vergüenza es no sentirse cómodo en la propia piel, es no reconocerse y recorrer el camino de la desconfirmación sobre lo que uno es de manera progresiva. De esta manera, poco a poco se va apagando la iniciativa de ser el capitán que dirige el timón de la propia vida así como la sensación de poder personal.

Quien experimenta esta emoción pone en manos de los demás la valoración de sí mismo porque únicamente es capaz de verse a través de las miradas ajenas. Vive hacia afuera, pensando en el qué dirán, experimentando ansiedad cada vez que percibe que no es apropiado y desconectado de su interior. Su escenario está repleto de sufrimiento y exigencia.

La persona que tiene como núcleo de su vida a la vergüenza se niega a sí misma para adaptarse a lo que creen que se espera de ella.

Mujer triste mirando por la ventana

Echar a un lado los miedos para hacerse visible

A pesar de que esta emoción está considerada como una de las más complejas es posible trabajar con ella para disminuir su protagonismo y hacerla desaparecer. Ahora bien, ¿cómo derrotar a la vergüenza? Mejor dicho, ¿qué hacer para volvernos visibles, para valorarnos?

El primer paso comienza por reconocer y aceptar que sentimos vergüenza, es decir, que esta emoción forma parte de nuestro universo emocional. Una vez identificada, lo ideal es reflexionar sobre sus consecuencias, sobre el peso que tiene en nuestra vida y de qué manera nos limita, qué nos impide llevar a cabo.

Si lo hacemos con sinceridad, descubriremos que nos hemos vuelto invisibles a nuestros ojos y que nos medimos y valoramos según un baremo establecido por los otros. La cuestión es que no existe ningún baremo correcto ni adecuado, sino que lo establecemos nosotros, al igual que los pasos y el camino que queremos recorrer.

El siguiente paso sería decidir conocernos, conectar con nosotros y mostrarnos tal y como somos, es decir, comenzar a ser visibles. Ahora bien, no será fácil y más si hemos estado durante muchos años ocultos tras un personaje que se comportaba según esperaban los demás. La buena noticia es que nunca es tarde para darnos una oportunidad y convertirnos nuestro mejor amigo.

Localizar la situación a partir de la cual comenzó todo también puede ayudarnos, ya que nos proporcionará información sobre en qué momentos sufrimos y nos exigimos más. Además, este punto de inicio será clave para comprender la profundidad de nuestra herida, que no es otra que la traición a uno mismo y la vivencia de creer haber fallado a los demás.

«Vencer la vergüenza es convertirse en un ser adulto capaz de transformarse en rey o la reina de un nuevo país: nuestro yo».

-María José Pubill-

Mujer con miedo a la soledad mirándose a un espejo

Un ejercicio muy poderoso para hacernos visibles es ponernos frente a un espejo y observarnos sin tener en cuenta todo aquello que creemos que piensan los demás sobre nosotros.  ¿Qué vemos? ¿Cómo somos? ¿Cuáles son nuestras cualidades? ¿Qué necesita la persona que estamos viendo? La idea es liberarnos de las expectativas, de esas trampas mentales que nos impiden ser nosotros y ganar en seguridad. No somos mejor ni peor que nadie y compararnos tampoco es la solución, sino reconocer y sentirnos válidos.

En algunos casos puede que carguemos con sentimientos de rabia hacia la persona que en un primer momento nos recriminó que no lo hicimos bien. Para liberarla podemos escribir o simplemente pensar sobre qué le diríamos a esa persona. De esta forma, contactaremos con la carga que supone experimentar vergüenza para luego soltarla.

Como vemos, tener vergüenza supone mucho más que pasarlo mal en un momento determinado. Esta emoción induce a ser esclavos de las expectativas de los demás, a despreciarnos y en definitiva, a ser invisibles. De ahí que aprender a conectar con nosotros para conocernos y valorarnos sea fundamental para ganar en seguridad y tener presentes que no se trata de ser perfectos sino íntegros para saborear el bienestar.

«La liberación es no sentirse ya nunca más avergonzado de uno mismo”.

-Friedrich Nietzsche-

Jornada Informativa “Calidad del Aire”

La jornada informativa de “Calidad del aire en Villanueva del Arzobispo”, que se celebrará el día 5 de marzo de 2020, con el siguiente horario:


–  12:15. Información y coloquio, en el Cine Regio de Villanueva del Arzobispo, situado en la Calle Hermanos Quintero 14.

–  17:00. Visita informativa a la cabina de control de la calidad del aire de Villanueva del Arzobispo, situada en el CEIP Nuestra Señora de la Fuensanta, en Avenida Doctor Blanco Rodríguez 65.

Oferta de empleo Directores Adjuntos de diversas áreas de la Diputación Provincial Jaén

Resoluciónnúm.674,defecha24defebrerode2020,porlaqueseapruebala convocatoria y las bases para la designación como personal directivo profesional del puesto de trabajo de Directora/or Adjunta/o del Área de Empleo, Directora/or del Área de Presidencia y Directora/or Adjunta/o del Área de Servicios Municipales
y Empresa, reservado a personal directivo con tipo de adscripción indistinto.

Distorsiones Cognitivas

¿Tu hija o hijo presenta Distorsiones Cognitivas?
Al igual que los adultos, los niños o adolescentes pueden presentar distorsiones cognitivas. Son errores en las interpretaciones de las situaciones de la vida diaria del menor que causan mucho malestar a nuestros pequeños.

En esta imagen aparecen recogidos unos ejemplos de distorsiones que pueden aparecer.

La presencia de estas no debe ser ignorada pues si nuestro/a hijo/a crece y automatiza este tipo de distorsiones le generarán entre otros: Baja autoestima y autoconcepto, Inseguridad, Trastornos de ansiedad y depresión…

Para aquellas situaciones más graves o agudas, debemos ponernos en manos de los especialistas que nos ayudaran a gestionar y resolver el problema.

Bolsa de Oficial Operador de Retroexcavadora/Motoniveladora Y Bolsa de Oficial de Primera de Albañilería.

La vigencia de las bolsas es durante todo el año 2020. El plazo de solicitudes comienza mañana, día 25 de febrero, y finaliza el día 25 de marzo de 2020, a las 13:00 horas. Para más informacion descargar archivos